lunes, 22 de agosto de 2011

Lo recuerdo como si hubiera sido ayer


Es curioso remontar al pasado (y no hablo de cientos ni miles de años) sino hace apenas unas décadas y pensar que hoy en día vivimos los sueños utópicos del mundo. Celulares, laptops, blu-rays, pantallas led, wi-fi, son solo una mínima parte de todos los ejemplos que se podrían dar con respecto a las tecnologías que en el siglo pasado ni se hubieran imaginado.


Hoy en día vivimos en un mundo lleno de “magia”. Estos nuevos aparatos de los que tenemos disposición son maravillas, artilugios sacados de la ciencia ficción, y sin embargo forman parte de nuestra vida cotidiana. Lo más curioso es que estas mismas tecnologías se han transformado con respecto a los años. Estas se han vuelto de sueños remotos de un futuro distante, a unos lujos de solo unos cuantos, a los dispositivos necesarios para la vida cotidiana.


Si nos ponemos a pensar las maquinas son parte ya de nuestras vidas. Es más uno podría afirmar que casi la mayoría del tiempo pasamos más en interacción con una máquina que lo que pasamos con un ser cercano a nosotros. Ahora sabemos más de todos nuestros amigos y familiares gracias a la interacción indirecta de las páginas sociales. Mucha de nuestra lectura ya no es mediante el tradicional libro, ahora nos centramos a la infinita biblioteca que hay detrás de nuestras pantallas. Y así podría seguir enumerando un sinfín de ejemplos.


Lo que tenemos que ver son todos los beneficios que estas nuevas tecnologías brindan a nuestra vida. Darnos cuenta de cómo han tomado parte importante de nosotros, en maneras que no se imaginaron en un pasado, y que seguirán impactando de formas nuevas e inesperadas en nuestra vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario